Del creador de la saga de Rec (Paco Plaza) llega una nueva película de posesiones, de las cuales no nos han llovido para nada en los últimos años, La Posesión de Verónica.
Situada en los años noventas y ocupando la premisa de “basado en hechos reales”, nos llega una película que es bien ejecutada en un tiempo en que el cine de terror se siente en decadencia.
Haciendo uso de la “poco utilizada” fórmula de posesión, La Posesión de Verónica llega con un formato fresco que no usa los típicos clichés que todas las películas de este tipo han tomado desde El Exorcista (William Friedkin, 1973) y le da una nueva vibra a este sub-género.
Algo que hace que esta película funcione y te integre como espectador, es la química que demuestran los niños actores entre sí, que hace que sientas la necesidad de intentar protegerlos a través de la pantalla.
Desgraciadamente, no todo es bueno y con esto me refiero al soundtrack. El primero es un soundtrack lleno de canciones de los Héroes del Silencio, pero lo malo es que quieren una vez más poner un soundtrack al nivel de Guardianes de la Galaxia (James Gunn, 2014), que hemos visto que no ha funcionado a partir de esta.
En cuanto a historia, su intento de plot twist es muy obvio desde antes de la mitad de la película y esto vuelve a la escena totalmente predecible, lo cual hace que entremos al desenlace de una forma decepcionante.
En fin, ayudada por la gran interpretación de los niños actores, una excelente dirección de escena y ese toque que Plaza da a sus low keys, La Posesión de Verónica funciona de una forma excelsa, poniendo en alto el nombre de España en cuanto al cine de terror de este año.
por Yuno DyVa