Una foto, una playera y un café.
Alberto Díaz Gutiérrez (Korda) autor de esta famosa foto del Che,
tomada el 5 de marzo de 1960, en la Habana.
por Litza Quesada
litzaquesada@gmail.com
Un paseo por una de las calles más famosas del Distrito Federal, el encuentro con un joven y la foto más caminante del mundo en su playera, me hacen recordar que una imagen es capaz de mover sentimientos, principios, multitudes.
Caminaba por la calle Madero, en el mismo corazón del centro del Distrito Federal, cuando vi la imagen. De pronto supe que no llevar la cámara fotográfica en esa mañana había sido un gran error. Avanzaba hacia mí el Che Guevara, con su mirada infinita, la boina con la estrella solitaria, la melena larga despeinada por la brisa de marzo, enfatizando más el rostro duro. Cobraba vida el guerrillero en la playera de un joven, alto, bien parecido, de ojos dulces, casi verdes. Hay tentaciones que se resisten, que luchan por estar o no y ante la ausencia de mi cámara para registrar el momento, la curiosidad fue más fuerte y abordé al chico, allí mismo, justo al cruzar Isabel la Católica. Quería saber sobre su playera y empecé preguntándole de dónde era, qué país, claro primero le dije: soy cubana. Para mi sorpresa mexicano, de Guadalajara y estudiante de medicina. Su amabilidad nos llevó a un café, porque hay imágenes que necesitan quedarse quietas un instante para después respirar y quizás hacer clic.
Korda, fotógrafo cubano, nunca pudo imaginar que su foto “Guerrillero heroico” fuese una de las más reproducidas en el mundo.
LOS SÍMBOLOS EN EL CAFÉ
Las tazas humeaban y la posible entrevista se volteó. De pronto ya no fui la fotógrafa impaciente que deseaba saber el origen de la playera, el por qué en aquel cuerpo. Me vi contando anécdotas del Che que conocía desde niña, porque desde entonces los héroes bellos me apasionan, me desbordan, son como dioses exquisitos que resuelven los más complicados problemas. Y de ahí un salto a la imagen en su pecho, al rostro estampado en la playera de Héctor, el recién amigo jalisciense. Una foto recorriendo el mundo, bandera de batallas de los humildes y para los humildes, haciendo historia, mucho más que lo que la vida le permitió a Guevara. La foto de un hombre con el más terrible de los dolores por las pérdidas, quizás la incomprensión ante la barbarie y a la vez, símbolo de luz, de esperanza, de lucha ante tantos molinos de viento, quijotesca la mirada.
Si Korda hubiera cobrado solo 1 dólar por cada reproducción que se he hizo de su foto, podría haber sido uno de los grandes millonarios del siglo XX.
IMÁGENES QUE INVITAN
La tarde terminó junto con el café, ya para entonces mi amigo Héctor había visto el llavero que siempre llevo con la foto más famosa del Che. Como se ha multiplicado en cientos de artesanías, posters, camisetas, murales, relojes, algunas veces hasta en algunas bebidas alcohólicas (vodka y cervezas) o en la piel, como tatuajes que perduran, símbolo de rebeldía y la eterna juventud.
En Viena en el año 2013 la galería fotográfica Westlicht subastó uno de los originales de esta foto en 7.200 euros.
********** Sobre el autor *******
Lic. Litza Quesada.
Realizadora audiovisual, guionista y fotógrafa cubana. Estudió en el Instituto Superior de Arte de Cuba la especialidad de Dirección de Cine, Radio y Televisión. Colabora en diversas páginas web y posee un intercambio literario en su blog DesBordándoNos. Actualmente reside en México, D.F.