Sebastián Sánchez Amunátegui dirige la puesta en escena: Estúpida historia de amor en Winnipeg de Carlos Talancón, con las actuaciones de Milleth Gómez, José Ramón Berganza y Martín Saracho. La obra plantea interesantes preguntas filosóficas y existenciales que aderezan esta comedia dándole un matiz seductor y cautivador.
La obra versa sobre Irving, un joven que suele bromear diciendo que la felicidad para él tiene forma de depósito quincenal y Netflix; de vez en cuando, algún “encuentro discreto”, que no evidencie su homosexualidad o ponga en riesgo su trabajo. No obstante, un encuentro con Juan en un baño público cambia la visión de su vida. La fuerte atracción que siente hacia él, lo hace emprender un viaje que desafía todas sus nociones de estabilidad.
En un arranque atípico, abandona su estilo de vida y decide irse a una pequeña ciudad de Canadá con su joven amor, con la ingenua idea de que allá podrán casarse y comenzar una vida juntos. Sin embargo, el viaje se torna muy difícil y deriva en un viacrucis, ambos se confrontan entonces sus propias decisiones y circunstancias.
Esta obra presenta las complejidades de una relación homosexual actualmente, en una sociedad que, pese a sus avances al respecto, aún está anclada en determinados marcos morales que vinculan la homosexualidad con ideas de culpa y segregación.
El diseño de escenografía e iluminación fueron concebidos por Isaías Martínez, el diseño de vestuario corresponde Josefina Echeverría, la música original de Tareke Ortiz y el combate escénico es una propuesta de José Carriedo.
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