El Loco y la Camisa, ¿Quién está más loco y quién es más sensato? Esta puesta en escena a cargo de Sebastián Sánchez Amunategui, en la dirección, y con la dramaturgia del argentino Nelson Valente, es el retrato de una familia de clase media baja de la Ciudad de México, un “tanto” disfuncional, que vive dentro del núcleo familiar de un patriarcado mexicano y del eje temático central de “vivir de las apariencias” a costa de todo.
Nos adentramos en la intimidad del universo doméstico de esta familia mexicana en decadencia que se sostiene por “la costumbre de funcionar así”, bajo el yugo de un padre autoritario (Marcos García) que funge el papel del hombre de la casa, el proveedor de la familia. Una ama de casa sumisa (Mercedes Olea) y entregada a su familia, arrepentida de haber dejado de ejercer su profesión como docente, situación que sin importar la diferencia de clases sociales, parece ser el mismo camino que terminaría por repetir su hija (Sonia Couoh), como ama de casa, haciendo el rol de la esposa perfecta pero bajo el contexto de una clase social alta. Una obra que con pocos elementos y recursos escenográficos ambientales, bajo una estética naturalista que no necesita más para contarse, logra arrebatar carcajadas en los espectadores y crear una total complicidad con la audiencia.
El personaje interpretado por Ignacio Riva Palacio juega un papel trascendental para la narrativa de esta historia, pues se trata de un miembro de la familia con una condición particular, tiene el síndrome de Asperger, factor que lo lleva a realizar una interpretación entrañable, simpática y dotada de mucha franqueza y fuerza, ya que es el único integrante que dice las cosas tal como las percibe, sin hipocresías, tal como lo haría un niño.
La casa misma es un reflejo de los personajes y su rutina, una convivencia diaria en decadencia, descuidada, empolvada al igual que los muebles que se sostienen por simple inercia. Rutina en la que se encuentran inmersos los personajes, salvo por la hija, que busca salirse de casa para irse a vivir al lado de su novio (Manuel Balbi), un abogado de “buena familia”. Ella se avergüenza de la casa en la que ha vivido desde niña, y de su hermano, al que intenta esconder por querer encajar con el mundo “perfecto” en el que vive su novio de las Lomas.
Es una comedia contemporánea en la que en algún momento todos podemos sentirnos identificados.
¿Quiénes son realmente los locos? No existe mayor locura que hacerse el loco con tal de vivir “bien” bajo caretas.
Esta obra explora los arquetipos, clichés e inseguridades a los que el ser humano es vulnerable cuando se vive a través de una sociedad regida por apariencias. Está dotada de sutiles matices del contexto económico actual que se entrelazan para formar una pieza completamente humana, pues se ven reflejados los prejuicios sociales, locales, los miedos y el vivir preso de las apariencias; otros temas como la falta de inclusión y comprensión ante aquello que es “diferente” o decadente como la vejez.
Poseedora de un arco dramático que va llevando al espectador a acomodarse dentro de la sala de esta casa para adentrarse en la intimidad de una familia que, después de una serie de incidentes provocados por “el loco”, terminan por llevar a los personajes a un desahogo emocional dotado de mucha fuerza, al borde de frustraciones, pasiones y miedos que los llevan a reaccionar incluso con violencia física… a final de cuentas, confrontarse con la realidad puede resultar en una catarsis dolorosa.
Llega al Foro Shakespeare esta divertida y entrañable puesta en escena con el elenco anteriormente mencionado, alternando funciones en septiembre con: José Ramón Berganza y Bernardo Benítez.
Es una comedia ligera, para toda la familia, divertida, por momentos reflexiva, y de principio a fin cargada de mucho humor.
Sin duda alguna es el tipo de obra de teatro que recomendaría a toda mi familia y amigos. Sin parar de reír por la carga de humor, que va del más blanco y sutil al más ácido, conforme se va dando la progresión dramática de la historia y los personajes. No dejen de ir al teatro, estoy segura van a terminar recomendándola. Se presentará todos los martes de agosto y septiembre en punto de las 20:30 horas en el Foro Shakespeare.
Autora: Gianna Chargoy
Cineasta, apasionada del diseño, la gastronomía, la fotografía, el sonido y el marketing digital, ha participado en distintos departamentos dentro de la realización de proyectos audiovisuales, desde sonido directo hasta dirección. Ha participado en: comerciales, cortometrajes, documentales, largometrajes, videoclips, teatro y creación de contenido multimedia.