Embrujo deconstructivo, Tecuciztécatl, Chinelo Mitotiani, son las obras ganadoras del Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara 2020, mientras que Suite for Chamber Orchestra y Resiliencia o el valor de lo ordinario obtuvieron mención honorífica. Todas las piezas incorporaron en su estructura alguno de los ritmos de la música tradicional o popular arraigados en México.
Con el apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), el Patronato del Centro Cultural Roberto Cantoral y la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), el certamen ha logrado apoyar y estimular el proceso creativo de los compositores mexicanos menores de 40 años. El concurso destaca, además, porque los tres artistas ganadores de cada año no sólo reciben un estímulo económico, sino que sus respectivas obras son interpretadas por importantes orquestas dirigidas por grandes directores de música de concierto.
Para la directora general del INBAL, Lucina Jiménez, “este certamen, además de honrar la trayectoria del compositor Arturo Márquez, alienta la libertad con la cual las nuevas generaciones fusionan los géneros de la música popular y tradicional con la música de concierto, en busca de un estilo propio”.
Armando Manzanero, presidente del Consejo Directivo de la SACM, señaló que “la música es un gran árbol, inmenso y maravilloso, que tiene muchas ramas, todas ellas alimentadas por una misma savia, la del talento y la dedicación”.
Como en las ocasiones anteriores, cada una de las obras galardonadas recibirá un monto de $100,000.00 (CIEN MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL).
Roberto Cantoral Z., director general de la SACM, mencionó que la edición de este año “será recordada porque, en medio de la contingencia, la creación se manifiesta en obras de extraordinario valor. Los jóvenes nos enseñan que el reconocimiento a nuestras raíces musicales es un principio para iluminar el futuro”.
Obras ganadoras
Embrujo deconstructivo de Uriel Hernández Callejas, quien participó con el seudónimo Mezcalito. Es originario de Pachuca, Hidalgo, donde nació en 1995.
Tecuciztécatl de Johan González Morales, quien participó con el seudónimo Colibrí zurdo. Es originario de Tepeaca, Puebla, donde nació en 1998.
Chinelo Mitotiani de Omar Arellano Osorio, quien participó con el seudónimo Yolokuika. Es originario de Jiutepec, Morelos, donde nació en 1995.
Menciones honoríficas
Suite for Chamber Orchestra de Gerardo Sánchez Rodríguez, quien participó con el seudónimo Mr. Huapango. Es originario de Ciudad de México, donde nació el 5 de febrero de 1995.
Resiliencia o el valor de lo ordinario de Ángel Rolando Lerma Jiménez, quien participó con el seudónimo Amaranto del Desierto. Nació en 1989.
“Desde su convocatoria original, lanzada en 2014, el Concurso Arturo Márquez ha conservado su esencia”, señala el maestro Márquez y agrega: “El certamen se enfoca en la composición que fusiona la música popular y tradicional mexicana con la música académica. Ese fue uno de los requisitos de la convocatoria, lo que es muy importante porque es la primera vez que se hace algo así en México y, probablemente, en América Latina.”
Hasta el momento, más de 350 obras se han creado específicamente para este certamen y se ha reconocido a más de 20 jóvenes creadores que han profundizado en ritmos tradicionales y populares, como danzón, tango, huapango, canto cardenche, son jarocho, pirekua, salsa, cumbia, bachata y mambo, entre otros.
Las instituciones convocantes y los integrantes del jurado reconocen el esfuerzo realizado por las y los concursantes que debieron componer en el contexto difícil de la emergencia sanitaria que afecta al orbe entero.
Arturo Márquez, que en diciembre próximo cumple 70 años, es un compositor de música de concierto, reconocido internacionalmente por la utilización de formas y estilos musicales mexicanos –incluyendo los ritmos populares—, los cuales incorpora a sus obras. Desde mayo de este año desempeña el cargo de vicepresidente en la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC).