
Cuerdas, muchas cuerdas, stand up, rock, caos y un violinista que parece salido de la imaginación de Jim Jarmusch, en un ensamble internacional. Ara Malikian se presentó anoche en el Auditorio Nacional para hacernos reír, disfrutar y contarnos sus historias de vida a través de su música. Un violinista rockero, fan de Björk, con energía desbordante que electrocuta el alma, nos dejó saber que no necesitamos fronteras, que todo somos del mismo mundo y que la música salva vidas. El resultado: un público complacido, muchos aplausos y músicos felices, así cerró la noche del Auditorio Nacional para Ara Malikian. Ojalá regrese pronto.
Royal Garage tiene que estar en tu playlist, mi favorita Alien’s Office.
Por Vanessa Hidalgo